Con la representación del procurador Héctor Eudoro González, los comisarios retirados Héctor Rodolfo Amaya, Reinaldo César Martínez, Carlos Alberto Moreno, Carlos María Medina, Miguel Roberto Coronel, Manuel Villagra y Luis Marcelo Godoy articularon ayer un planteo con el objeto de que la Legislatura destituya a su presidente, el vicegobernador Osvaldo Jaldo. Los denunciantes citaron varios hechos que, según su criterio, reflejan abusos de poder y mal desempeño del cargo por parte del compañero de fórmula del gobernador Juan Manzur al que compararon con Luis XIV, el rey absolutista francés. En particular, los ex policías achacaron a Jaldo el “uso de la Legislatura” para defenderse de la denuncia que formuló el juez Enrique Pedicone contra el vocal de la Corte Suprema de Justicia, Daniel Leiva.
La presentación objeta desde que Jaldo haya llamado “estúpido” y responsabilizado al intendente Roberto Sánchez por las manifestaciones de preocupación sobre el avance del coronavirus pronunciadas en marzo por el presidente del Concejo Deliberante de Concepción, Alejandro Molinuevo, hasta el manejo del presupuesto del Poder Legislativo. A lo largo de más de 15 páginas, el pedido de destitución cuestiona al vicegobernador por haber prometido la “depuración” de la Policía de manera indiscriminada ante el crimen de Fernando Espinoza; por haber usado máscaras protectoras destinadas al Sistema Provincial de Salud; por la falta de control de bienes del Estado configurada en el robo de una camioneta de la Legislatura a dos cuadras de la sede institucional; por “no haber tomado ninguna medida” respecto de los graves hechos atribuidos al legislador oficialista Daniel Deiana, etcétera.
“Abusó de su cargo”
“Jaldo abusó de su cargo y vulneró la Constitución”, dijeron los comisarios retirados en distintos pasajes de su petición de formación de un juicio político. “De la (denuncia) de la causa ‘Leiva’ surge que está mencionado Jaldo como uno los presuntos interesados en que el proceso que se le sigue al legislador Ricardo Bussi (por supuesto abuso sexual e irregularidades con cuentas bancarias) tenga un determinado resultado”, observaron. Ocurre que, según Pedicone, el vocal denunciado le habría pedido el 28 de julio que “manejara las intensidades” del caso de Bussi mediante la invocación de Jaldo y del gobernador Juan Manzur.
Defensa personal
“Por la gravedad institucional que esta acusación implica, no surge duda alguna de que en algún momento no muy lejano la Justicia, de acuerdo a cómo avance la investigación, requerirá declaraciones a Jaldo. Por eso resulta bochornoso que este funcionario pretenda ir ejerciendo una defensa personal, valiéndose nuevamente, una vez, más del cargo y de las funciones que ejerce, mediante el avance sobre otras instituciones, como hizo con el juez Pedicone al intimarlo públicamente a entregar sus pruebas sin importarle ni tener el menor decoro ni considerar que ese magistrado provincial es a la vez indirectamente su propio denunciante”, reflexionaron los ex policías. Y añadieron: “corresponde por ley que el presidente de la Legislatura asuma de modo personal toda su defensa y los gastos que ello le demanden, y no abuse de su autoridad ni tampoco use los fondos de Estado para esos fines no establecidos en el ordenamiento jurídico”. La presentación objeta específicamente la actitud que asumió el Poder Legislativo respecto de los supuestos 104 casos de presos beneficiados indebidamente por Pedicone que listó Leiva. “Se amedrentó al juez denunciante y se dio una advertencia a cualquier otro ciudadano que ose levantar su voz disidente”.
El pedido de juicio político contra Jaldo ironiza por último respecto de “la preocupación por la liberación de presos” destapada tras la denuncia contra Leiva. “Coincidimos con la postura del legislador Eduardo Cobos cuando dijo que si ‘fuera uno solo, ya sería una aberración’ respecto de la famosa lista asignada a Pedicone, pero es una pena que nunca se haya pronunciado cuando fue dejado en libertad, sólo por dar un ejemplo, como él menciona, el ex funcionario Eduardo Di Lella, detenido en la causa ‘Lebbos’. Tampoco hemos escuchado en estos últimos 14 o 15 años preocuparse, pronunciarse u ocuparse, el contador Jaldo, por buscar al asesino de Paulina Lebbos, que hoy seguramente se pasea por las calles”.